Paco Fiori: “Más financiación y apoyo mediático nos ayudaría a impulsar torneos y competiciones en Tarragona”
El vínculo que une a los miembros de Sinhus es la pasión por el karate y el baile. Esa pasión es reflejo de la que le imprimen los fundadores de la escuela, Paco y Ana Belén, quienes iniciaron esta andadura hace veinte años y de la que siguen llevando el timón con denuedo.
Recordando aquellos inicios, Ana Belén cuenta que Paco “entrenaba y daba clases en un gimnasio de Bonavista y yo empezaba a dar clases como monitora de aeróbic y profesora de baile”. “Entonces –sigue Paco– yo tenía veinte años, mi mujer hoy tenía diecisiete. Empezamos a salir y a los tres meses, ‘¿cuál es tu sueño?’ ‘El mío tener un gimnasio’ ‘El mío tener una academia’. ‘¿Lo montamos?’”, una decisión que el entrenador de Sinhus califica de “locura de jóvenes”, pero que el tiempo ha confirmado como oportuna.
Quedamos con Paco y Ana. Con ambos tiene LVP una distendida entrevista bajo la sombrilla del bar anejo a Sinhus, con un café de por medio.
¿A qué os dedicáis?
Hay gente que trabaja para vivir y nosotros trabajamos de lo que nos gusta vivir. Es mucha dedicación, si no nos gustara… Las canas no son de viejos, es del estrés que llevamos –sonríe Paco.
¿Qué disciplina enseñáis y en qué modalidad?
Paco: En el club de karate, enseñamos karate, tradicional y de competición. Y tenemos clases de gimnasio, de spinning, de tonificación, de musculación.
Ana: en la escuela de baile, empezamos con baile moderno y la actividad de aeróbic, y ahora hacemos de todo: moderno, clásico, hip-hop, latino, contemporáneo y las nuevas disciplinas.
¿Dirigido a todos los públicos?
Ana: Sí, desde tres años, hasta… Incluso clases de baile para las mamás que puedan y quieran bailar.
¿Qué hacéis para descansar?
¿Descansar? ¿Qué es eso? Se descansa tomando un café, como ahora, no disponemos de descanso. Es 365 días al año, 24 horas al día, porque la cabeza sigue trabajando aunque el cuerpo esté en reposo.
¿Cómo os lanzasteis a este reto y qué visteis en los barrios para comenzar aquí?
Somos del barrio, teníamos una ilusión y aquella ilusión es la que nos ha tirado para adelante.
¿Qué idea inicial os llevó a fundar Sinhus?
Al principio no lo adviertes. Quieres ejercer profesionalmente de algo y es tu ilusión. Pero con los años te das cuenta de que muchas personas han pasado por aquí y a muchas has ayudado de forma directa o indirecta. Lo que aportamos es una forma de enseñar la disciplina, sacar de las calles, sacar de los vicios, sacar de los videojuegos, en un ambiente más de salud, más familiar, más deportivo. El deporte te enseña a valorar otras cosas, a ganar o a aprender, nunca se pierde. Es sumar y sumar.
Paco, ¿tú sigues compitiendo?
Cuando quieres sacar competidores de alto nivel tienes que, no dejarte de lado, pero estar cien por cien por ellos. Este fin de semana iba a competir con ellos, pero les dejé, disfruté más viéndolos.
Ana, Sinhus Sport es un negocio familiar… ¿cómo se lleva un negocio de estas características?
A veces cuesta. El año pasado me planteé decir “Llegamos a casa y desconectamos”, pero es complicado. Yo estuve aquí dos años sola, porque él estaba en la calle Montblanc y la verdad, lo echaba de menos. Siempre hemos trabajado juntos desde el principio. Él puede estar en karate, pero hacemos Carnaval, hacemos hoteles y forma parte de todo.
Paco, ¿un hábito saludable que recomendarías vivamente?
Recomendaría deporte donde se te trate como uno más de la familia, y el sitio ideal es Sinhus. Somos una familia; estamos trabajando pero disfrutamos con lo que hacemos y eso se transmite y la gente está contenta por eso.
Paco, ¿quiénes han sido tus maestros e inspiradores?
Mi inspirador principal, especial, mi padre. Me apuntó a karate cuando yo tenía cuatro añitos. Me apuntó porque le gustaba a él. Con el tiempo, me fue gustando más y cuando falleció él, que yo tenía doce años, fue una inyección de querer más y más. Y a día de hoy sigo con ese espíritu.
Ana Belén, ¿en quién has encontrado más apoyo?
El equipo que tengo, las chicas mayores, que siempre me apoyan en todo. Muchas veces estás como agotada, pero te lo piden y al final lo acabas haciendo. Tengo un gran apoyo dentro de la academia. Y desde el inicio, mi madre, un gran apoyo para los dos.
Paco, ¿cuál es la principal función del maestro/entrenador? ¿Enseñar técnica y tácticas? ¿Motivar y acompañar? ¿Transmitir principios y reglas?
Tiene que ser un cien por cien en cada una para poder sacar algo. No puedes debilitarte en ninguna. Si das el 50 por ciento en cada una de ellas, no consigues nada. Aun así, cuesta.
Ana, dicen que nada se puede enseñar a quien nada quiere aprender…
La mayoría de alumnas vienen con ganas, pero cuando no tienen ganas de aprender, no puedes transmitir nada. Si vienen con la actitud positiva, van a sacar algo, si no es imposible. Esto es lo que siempre enseñamos al alumno, a venir con la mente abierta, no puede venir siendo el mejor ni sabiéndolo todo.
¿Hoy cuesta más, menos o igual que antes esforzarse?
Paco: como los niños lo tienen todo hoy día, lo ven todo tan fácil, cuando ven alguna barrera, tienes que motivarlos al cien por cien para que ellos vean una meta por conseguir, concienciarlos de que todo cuesta.
Ana: sobre todo cuando son adolescentes, que comienzan a ver calle, que empiezan a quedar con amigos es la edad más complicada, si siguen la actividad o no la siguen.
Paco, ¿contribuye el karate a la convivencia o a la violencia?
El karate es uno de los pocos deportes en que se saluda antes de pelear y después de pelear, en competición o en el entreno. El karate no es un arma, pero te da seguridad. Es una forma de vivir, de aprender el respeto, la disciplina, la defensa personal. Yo siempre pregunto a los niños “¿Quién es el mejor karateka?” Es el que evita la pelea.
¿Son compatibles sobre el tatami la prudencia y la audacia, la competición y la deportividad?
Por supuesto. A veces han competido dos alumnos míos en un pase a la final de un campeonato importante y son compañeros. Se respetan como cuando entrenan, como cuando estamos tomando una coca-cola en un bar. Lo que saben diferenciar la competición de una amistad. El respeto siempre prevalece.
¿Qué haría falta para tener más torneos en la provincia?
Financiación (porque todo lo que se hace te tienes que hacer cargo tú y solo tú) y el tema mediático es importante. En el torneo que organizamos, según el año hemos cobrado entrada o no. También ponemos servicios, como un bar, para cubrir gastos… si viniera gente, tendríamos más aportación. Pero ni tenemos aportación de Tarragona, ni información en radio o en televisión.
Los JJ.OO. de Tokio están a la vuelta de la esquina… ¿Debería ser el karate un deporte olímpico?
Por supuesto. Y encima ahora lo han sacado de las listas de París 2024 y se está batallando todas las federaciones nacionales de todos los deportes están a favor de que el karate esté presente en las Olimpiadas. El karate español lleva unos años en un momento de gloria y también hay que potenciar eso. Que nos valoren como deportistas, no solo como marciales, como karatekas. Lo que hacemos por el deporte es muy grande, igual que puede ser el fútbol, break dance, cualquiera.